cuando no esperas nada, cualquier cosa te hace sentir afortunado; es el tema de donde pones el listón, las expectativas;
un saltador de altura hace un salto de 2 metros: si el listón está en 1,99m, la alegría le inundará, y si el listón está a 2,01, será presa del desánimo y la frustración... y todo habiendo hecho el mismo salto.
trasladado a la bici, cuando preparas una ruta en la que crees que todo va a ser carretera y pista, y te encuentras una sorpresa espectacular, se te queda una sonrisa de oreja a oreja que no puedes evitar; y además, una sorpresa que diría que no debe de ser muy conocida dada la dificultad para encontrar la entrada, y la cantidad de lugares donde el camino parecía perderse.
este fue el caso de la última salida por el sur de la comunidad; un descenso por un robledal digno de subir al podium de los descensos por bosque junto a la braña de lodar y la bajada de rozas.
