la estranguada me gusta, mucho más que su vecino alto del caracol, que con esa carretera tan ancha tiene el encanto de un bocadillo de pan rallado; especialmente bonita es la parte final, con la carretera tan sinuosa amoldándose a la forma de la montaña.

los pozos de noja son unos pequeños embalses situados en un área de turbera donde se acumulaba el agua de escorrentía, y que se cerraron con un dique con el objeto de canalizar la caída de agua hasta el fondo del valle para mover la turbina de una pequeña central hidroeléctrica y generar electricidad para liérganes y alrededores.
durante la guerra civil fueron bombardeados, y hace unas décadas se reconstruyeron los diques pero ya sin fines hidroeléctricos. parece ser que se han introducido carpas y cangrejos en el pozo superior.
desde allí al norte se ve toda la marina trasmerana desde santander hasta santoña, y al sur se tiene en primer término las enguinzas, y al fondo la mole de castro valnera.
el descenso se puede hacer por distintos sitios, pero en esta ocasión elegimos la bajada más sencilla: por miera hacia liérganes y vuelta a casita en tren; la carretera de miera que baja hasta la principal del fondo del valle tiene un tramo final chulísimo, con muchas curvas cerradas sin solución de continuidad.